viernes, 8 de enero de 2021

En busca del abrazo perdido

El hospital está lleno de enfermos. Mi abuelo lleva aquí mucho tiempo, pero nunca ha estado tan acompañado como ahora. Todos tosen y llevan mascarillas. Mi abuelo también. Solo puedo visitarle una vez a la semana y sin acercarme mucho. Por lo visto padece algo muy contagioso. Los médicos están buscando la cura. Mi abuelo y yo estamos buscando otra cosa.

—Yo vi uno, una vez.

—¿Cuándo, abuelo?

—Hace tiempo. El último recuerdo que tengo es que no hacía tanto frío. Escucha, eres el encargado de esta misión. La llamaremos… ¡En busca del abrazo perdido! Necesitarás: traje de camuflaje, prismáticos, cámara fotográfica…

—¡Hecho, abuelo! Pero, ¿qué pasa si… nos lo damos nosotros?

—¿Un abrazo? ¿Estás loco?

—Abuelo, ¿por qué dejaron de existir?

—Por el miedo.

—¿Y no sería mejor que desapareciera el miedo a que lo hicieran los abrazos?

—Pero el miedo vale dinero, no puedes obligar a las personas a que se desprendan de él.

—¿Y si le compramos? Papá Noel me dejó un billete de… ¿Me llega?

—No, me temo que no.

—¿Tú no tienes miedo, abuelo?

—A veces.


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